Escribiré un poco sobre esto en honor de la semana mundial de la lactancia materna, ya que he tenido dos experiencias muy distintas al respecto, y actualmente me encuentro amamantando a mi bebote de dos años y medio, por supuesto que ya no exclusivamente, porque ya come de todo y solo busca "la leche de la mamá" para dormir, para reconfortarse y para cuando le queda hambre.
Mi experiencia de lactancia con mi primer niño fue corta, ya que solo le dí leche materna hasta los 9 meses, y no era exclusiva, ya que pensaba (como muuuuchas mamás) que no se llenaba y le daba un "bibi" con fórmula para "que se terminara de llenar", porque escuchas esto, te lo dicen, te lo dices a ti misma, escuchas a tu bebé llorando, y a fin de cuentas terminas por agarrar el bibi.
Con mi segundo bebé no fue así, estaba mejor informada y decidí darle más leche "de la mamá", y aunque debo aceptar que al principio, más por insistencia de personas ajenas, intenté darle fórmula, aunque afortunadamente a mi niño no le causaba gracia y nunca nunca le gustaron los biberones, incluso le caía muy pesada esta leche artificial, así que eso también me permitió amamantarlo más y por más tiempo.
Como muchas cosas buenas de la vida, la lactancia materna muchas veces implica esfuerzo, compromiso, disciplina y desprendimiento, y por supuesto, una recompensa. Es mi caso, he tenido la fortuna de poder trabajar desde mi casa, por lo que realmente mi bebé podía estar prácticamente pegado a mi todo el día y tomar leche cuando a él se le antojara, pero aún así, es un reto, porque es demandante, pero pienso que estos primeros años de sus vidas es algo esencial.
Alguna vez escuché a una mamá decir que amamantar era cuestión de "dejarte ir", y lo comprendí muy bien cuando lo dijo, porque suceden muchas cosas, más allá de lo que se ve superficialmente, más allá del que te vean las boobs en público, más allá de que los senos lastimados, o que si tu familia y amigos opinan tal o cual cosa... la batalla es con nosotras mismas, la cual sucede al no "dejarnos ir", al comprender que esta etapa de la vida no eres tú sola, estas dividida en dos, en tu bebé (o bebés) y tú. Los babies piensan que aún son parte de tu cuerpo, y el alimento que genera tu cuerpo es algo que los hace felices además de nutrirlos. Es difícil hablar de desprendimiento en estos momentos en los que muchas mujeres tenemos una infinidad de responsabilidades, como el trabajo remunerado, el no remunerado (del hogar) y los extras que hacemos para hacer algo por nosotras mismas, entonces... ¿Cuándo hay tiempo? Es difícil, aunque no imposible.
La verdad, si soy honesta, sé que las mamás y las mujeres en general lo podemos lograr todo y lo podemos hacer todo... pero no necesariamente lo deberíamos hacer todo... ¿no? Está bien recibir ayuda, está bien que no seamos las únicas responsables por cosas de la casa y la familia, está bien que tengamos hobbies, proyectos, un espacio para ser creativas (en cualquier ámbito).
Pienso que es importante, tener ayuda para poder desprendernos en esta etapa, y darnos, dejarnos ir un poco, con la confianza de que alguien estará allí para apoyarte. ¿Tú que opinas?
Mi experiencia de lactancia con mi primer niño fue corta, ya que solo le dí leche materna hasta los 9 meses, y no era exclusiva, ya que pensaba (como muuuuchas mamás) que no se llenaba y le daba un "bibi" con fórmula para "que se terminara de llenar", porque escuchas esto, te lo dicen, te lo dices a ti misma, escuchas a tu bebé llorando, y a fin de cuentas terminas por agarrar el bibi.
Con mi segundo bebé no fue así, estaba mejor informada y decidí darle más leche "de la mamá", y aunque debo aceptar que al principio, más por insistencia de personas ajenas, intenté darle fórmula, aunque afortunadamente a mi niño no le causaba gracia y nunca nunca le gustaron los biberones, incluso le caía muy pesada esta leche artificial, así que eso también me permitió amamantarlo más y por más tiempo.
Como muchas cosas buenas de la vida, la lactancia materna muchas veces implica esfuerzo, compromiso, disciplina y desprendimiento, y por supuesto, una recompensa. Es mi caso, he tenido la fortuna de poder trabajar desde mi casa, por lo que realmente mi bebé podía estar prácticamente pegado a mi todo el día y tomar leche cuando a él se le antojara, pero aún así, es un reto, porque es demandante, pero pienso que estos primeros años de sus vidas es algo esencial.
Alguna vez escuché a una mamá decir que amamantar era cuestión de "dejarte ir", y lo comprendí muy bien cuando lo dijo, porque suceden muchas cosas, más allá de lo que se ve superficialmente, más allá del que te vean las boobs en público, más allá de que los senos lastimados, o que si tu familia y amigos opinan tal o cual cosa... la batalla es con nosotras mismas, la cual sucede al no "dejarnos ir", al comprender que esta etapa de la vida no eres tú sola, estas dividida en dos, en tu bebé (o bebés) y tú. Los babies piensan que aún son parte de tu cuerpo, y el alimento que genera tu cuerpo es algo que los hace felices además de nutrirlos. Es difícil hablar de desprendimiento en estos momentos en los que muchas mujeres tenemos una infinidad de responsabilidades, como el trabajo remunerado, el no remunerado (del hogar) y los extras que hacemos para hacer algo por nosotras mismas, entonces... ¿Cuándo hay tiempo? Es difícil, aunque no imposible.
La verdad, si soy honesta, sé que las mamás y las mujeres en general lo podemos lograr todo y lo podemos hacer todo... pero no necesariamente lo deberíamos hacer todo... ¿no? Está bien recibir ayuda, está bien que no seamos las únicas responsables por cosas de la casa y la familia, está bien que tengamos hobbies, proyectos, un espacio para ser creativas (en cualquier ámbito).
Pienso que es importante, tener ayuda para poder desprendernos en esta etapa, y darnos, dejarnos ir un poco, con la confianza de que alguien estará allí para apoyarte. ¿Tú que opinas?
Comments
Post a Comment
Gracias por tu comentario :)