Siempre es incómodo hablar de uno mismo, más cuando se trata de algún problema o alguna parte difícil de la vida. Además para los que reciben la información también es incómodo, siempre es mejor recibir información más ligera o que de alguna forma le sirva a la otra persona.
Sólo a veces es importante comunicar algo de este tipo cuando crees que le puede servir a alguien más, tal vez a alguien que pueda estar a punto de pasar por lo mismo o que se encuentre en este momento sufriendo algo parecido. Porque así, idealmente, pueden poner en perspectiva lo que les está pasando y no negarse a lo que están viviendo.
Es por eso que he pensado escribir algo que pasé hace mucho tiempo, pero que me ha dejado "marcada" por así decirlo, hasta estos días. No es nada muy grave, no se asusten, es algo que muchas personas han pasado, y creo que es totalmente innecesario.
Dejénme contarles que cuando estaba llegando a la adolescencia, por ahí entre 2do y 3er grado de secundaria, me propuse adelgazar varios kilos que tenía de más, era una niña muy rechoncha, y justo cuando iba llegando a ese cambio me di cuenta realmente del problema que era, ya que sufría un poco de bullying y de alguna forma estar rechoncha no me ayudaba nada en mi autoestima, me sentía por los suelos. Fue entonces que no se de dónde, encontré una fuerza de voluntad y una determinación que nunca antes había tenido para ningún otro fin, como esta nueva meta que era el adelgazar a toda costa y ser "una niña normal".
Nunca pedía ayuda realmente, simplemente en mi cabeza yo "sabía" lo que iba a hacer para lograr mi meta. Comencé a omitir alimentos y saltear comidas, había veces que comía la mitad de lo que había en mi plato o comía solo algunas cosas, tomaba demasiada agua y trataba a toda costa de no cenar. Y así comencé a desarrollar estos hábitos, sin tener idea de lo que era "comer saludable".
Poco a poco... o más bien muy rápidamente comencé a bajar de peso, y en unos pocos meses ya pasaba por "niña normal" ya estaba delgada. Pero en ese momento a mí no me parecía suficiente, me obsesioné con la idea de perder todo lo que pudiera recordarme a mí y a los demás que fui gorda. Fue entonces que mi delgadez se convirtió en un problema de salud, aunque yo no lo admitiera. Llegué a usar la talla "0" así es, "cero" la cual creo que ni siquiera debería de existir. Mis familiares me llevaron a ver a una psicóloga. Esto fue lo que me animó a cambiar, porque realmente no disfrutaba ir a estas sesiones y pensé entonces en estar saludable para terminar con esto.
Sabía ya para entonces, con análisis en manos, que mi salud estaba muy deteriorada, tenía como 14 años y pesaba 42 kilos, además ya medía aproximadamente 1.66 mts. Me faltaba ¡De todo! Por lo que solicité una dieta para guiarme en ella y saber que tenía que comer para recuperarme y estar saludable y no volver a estar como antes. Realmente el problema original, aunado a mi baja autoestima, era el no saber comer, el no saber que era bueno para mí. Entonces, junto con mi familia y la dieta que me dió un doctor, iniciamos un camino hacia la salud, con complementos, comidas específicas y cuantiosas, homeopatía y tratamientos naturales.
Es por eso, que escribo sobre el tema, me parece importantísimo que estemos al tanto de nuestros hijos, familiares y amigos y detectar este tipo de problema, se que a veces es muy delicado, pero es mucho más relevante el ayudar a alguien que todavía está a tiempo de cambiar que tratar de ayudarle a alguien a salir de un grave estado de salud. Es importante también tener en cuenta que el bullying, las palabras feas como "gorda" y cosas por el estilo, llegan muy en el fondo a las personas, al grado de llegar a ciertos extremos que ponen en peligro su salud, y todos sabemos que la anorexia puede llegar a cobrar vidas, muy lentamente.
Les comparto algunos de los síntomas que tuve, y en este enlace puedes ver una lista más completa de algunos otros síntomas y signos que también puedes detectar en una persona con un trastorno alimenticio.
Algunos de mis síntomas fueron:
- Cansancio todo el tiempo
- Sentía mucho frío
- Piel extremadamente reseca (se descamaba al cambiarme de ropa)
- Caída de cabello
- Problemas dentales
- Me sentía muy mal al hacer ejercicio (sentía que me iba a desmayar)
Yo actualmente estoy en un buen peso, logré saber que cosas son buenas para mí, y trato de alimentarme a mí y a mi familia de forma balanceada, para lo cual constantemente me mantengo informada al respecto. Llegué aceptar que mi estructura natural, no es precisamente para una persona delgadísima como las modelos, aprendí que eso es una fantasía. Pero esto tomó mucho tiempo, por eso es básico enseñarles a nuestros hijos desde pequeños lo que es "comer bien", lo que su cuerpo necesita y lo que les hace daño. Sobre todo, también, el fomentar en ellos una buena autoestima, y por supuesto, nunca, pero nunca, insultarlos o hacerlos quedar "en evidencia" por sus kilitos de más. Es nuestra responsabilidad cuidar de su salud y enseñarles a elegir. Ahora todos tenemos "a la mano" todo tipo de información sobre como alimentarnos mejor, así que realmente, es hora de romper con viejos hábitos, lo cual a veces es difícil, pero no es imposible. Si yo encontré fuerza de voluntad extraordinaria para dejar de comer, creo que todos podemos encontrar esa misma fuerza pera un mejor fin, buscar mejores hábitos para suplir los viejos que nos hacen daño.
Muchas gracias por leerme, fue un poco difícil escribir esto, pero valdrá la pena si logro ayudarle a alguien que se encuentre en una situación parecida.
Sólo a veces es importante comunicar algo de este tipo cuando crees que le puede servir a alguien más, tal vez a alguien que pueda estar a punto de pasar por lo mismo o que se encuentre en este momento sufriendo algo parecido. Porque así, idealmente, pueden poner en perspectiva lo que les está pasando y no negarse a lo que están viviendo.
Es por eso que he pensado escribir algo que pasé hace mucho tiempo, pero que me ha dejado "marcada" por así decirlo, hasta estos días. No es nada muy grave, no se asusten, es algo que muchas personas han pasado, y creo que es totalmente innecesario.
Dejénme contarles que cuando estaba llegando a la adolescencia, por ahí entre 2do y 3er grado de secundaria, me propuse adelgazar varios kilos que tenía de más, era una niña muy rechoncha, y justo cuando iba llegando a ese cambio me di cuenta realmente del problema que era, ya que sufría un poco de bullying y de alguna forma estar rechoncha no me ayudaba nada en mi autoestima, me sentía por los suelos. Fue entonces que no se de dónde, encontré una fuerza de voluntad y una determinación que nunca antes había tenido para ningún otro fin, como esta nueva meta que era el adelgazar a toda costa y ser "una niña normal".
Nunca pedía ayuda realmente, simplemente en mi cabeza yo "sabía" lo que iba a hacer para lograr mi meta. Comencé a omitir alimentos y saltear comidas, había veces que comía la mitad de lo que había en mi plato o comía solo algunas cosas, tomaba demasiada agua y trataba a toda costa de no cenar. Y así comencé a desarrollar estos hábitos, sin tener idea de lo que era "comer saludable".
Poco a poco... o más bien muy rápidamente comencé a bajar de peso, y en unos pocos meses ya pasaba por "niña normal" ya estaba delgada. Pero en ese momento a mí no me parecía suficiente, me obsesioné con la idea de perder todo lo que pudiera recordarme a mí y a los demás que fui gorda. Fue entonces que mi delgadez se convirtió en un problema de salud, aunque yo no lo admitiera. Llegué a usar la talla "0" así es, "cero" la cual creo que ni siquiera debería de existir. Mis familiares me llevaron a ver a una psicóloga. Esto fue lo que me animó a cambiar, porque realmente no disfrutaba ir a estas sesiones y pensé entonces en estar saludable para terminar con esto.
La falsa imagen que nos venden. |
Sabía ya para entonces, con análisis en manos, que mi salud estaba muy deteriorada, tenía como 14 años y pesaba 42 kilos, además ya medía aproximadamente 1.66 mts. Me faltaba ¡De todo! Por lo que solicité una dieta para guiarme en ella y saber que tenía que comer para recuperarme y estar saludable y no volver a estar como antes. Realmente el problema original, aunado a mi baja autoestima, era el no saber comer, el no saber que era bueno para mí. Entonces, junto con mi familia y la dieta que me dió un doctor, iniciamos un camino hacia la salud, con complementos, comidas específicas y cuantiosas, homeopatía y tratamientos naturales.
Es por eso, que escribo sobre el tema, me parece importantísimo que estemos al tanto de nuestros hijos, familiares y amigos y detectar este tipo de problema, se que a veces es muy delicado, pero es mucho más relevante el ayudar a alguien que todavía está a tiempo de cambiar que tratar de ayudarle a alguien a salir de un grave estado de salud. Es importante también tener en cuenta que el bullying, las palabras feas como "gorda" y cosas por el estilo, llegan muy en el fondo a las personas, al grado de llegar a ciertos extremos que ponen en peligro su salud, y todos sabemos que la anorexia puede llegar a cobrar vidas, muy lentamente.
Les comparto algunos de los síntomas que tuve, y en este enlace puedes ver una lista más completa de algunos otros síntomas y signos que también puedes detectar en una persona con un trastorno alimenticio.
Algunos de mis síntomas fueron:
- Cansancio todo el tiempo
- Sentía mucho frío
- Piel extremadamente reseca (se descamaba al cambiarme de ropa)
- Caída de cabello
- Problemas dentales
- Me sentía muy mal al hacer ejercicio (sentía que me iba a desmayar)
Yo actualmente estoy en un buen peso, logré saber que cosas son buenas para mí, y trato de alimentarme a mí y a mi familia de forma balanceada, para lo cual constantemente me mantengo informada al respecto. Llegué aceptar que mi estructura natural, no es precisamente para una persona delgadísima como las modelos, aprendí que eso es una fantasía. Pero esto tomó mucho tiempo, por eso es básico enseñarles a nuestros hijos desde pequeños lo que es "comer bien", lo que su cuerpo necesita y lo que les hace daño. Sobre todo, también, el fomentar en ellos una buena autoestima, y por supuesto, nunca, pero nunca, insultarlos o hacerlos quedar "en evidencia" por sus kilitos de más. Es nuestra responsabilidad cuidar de su salud y enseñarles a elegir. Ahora todos tenemos "a la mano" todo tipo de información sobre como alimentarnos mejor, así que realmente, es hora de romper con viejos hábitos, lo cual a veces es difícil, pero no es imposible. Si yo encontré fuerza de voluntad extraordinaria para dejar de comer, creo que todos podemos encontrar esa misma fuerza pera un mejor fin, buscar mejores hábitos para suplir los viejos que nos hacen daño.
Muchas gracias por leerme, fue un poco difícil escribir esto, pero valdrá la pena si logro ayudarle a alguien que se encuentre en una situación parecida.
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